Hace unos días el republicano estadounidense y antiguo candidato al congreso Robby Starbuck recurrió a Twitter para desvelar que solía vivir en la misma comunidad que Megan Fox y la acusó de maltrato infantil. Según él, sus respectivos hijos jugaban a menudo en el mismo parque y había visto a los de la actriz llorando desconsoladamente porque su madre los obligaba supuestamente a ponerse «ropa de niña».
En un primer momento, ella no iba a reaccionar a ese comentario fuera de lugar porque sabe que al hacerlo sólo está dándole más visibilidad y consiguiendo lo que su antiguo vecino se había propuesto -en su opinión- desde un primer momento: acaparar la atención mediática.
Sin embargo, hay líneas que cree que nunca se deben cruzar y ha recurrido a su cuenta de Instagram para tratar de hacer que él se avergüence por arrastrar a unos niños al enfrentamiento social entre la facción más conservadora y la más liberal.
«Independientemente de lo desesperado que estés en un momento dado por adquirir riqueza, poder, éxito o fama, nunca utilices a los niños en tu beneficio o como moneda de cambio. Especialmente bajo pretensiones malévolas y erróneas. Explotar la identidad de género de mis hijos para ganar atención en tu campaña política te ha puesto en el lado equivocado del universo», ha escrito junto a una captura de pantalla del tuit publicado por Robby Starbuck.
A estas alturas de su carrera, Megan ha sido «quemada en la hoguera» en muchas ocasiones por personas con un perfil que le recuerda mucho al de Starbuck: «hombres pequeños, inseguros, narcisistas e impotentes». Pero no piensa permitir que hagan lo mismo con sus hijos. «Te has metido con la bruja equivocada», le ha advertido.
Para ser exactos, Megan ha sido la primera que ha hablado de lo mucho que le gusta a uno de sus tres hijos ponerse vestidos, y lo ha hecho siempre desde la admiración y el asombro más absoluto por la fuerte personalidad que demuestra. Ella misma reconoce que el niño acude a un «colegio muy hippie» de California, y aun así recibe miradas raras por los atuendos que elige algunas mañanas, aunque Megan no piensa coartar su libertad para expresarse libremente.
El exesposo de Fox y padre de sus tres hijos, Brian Austin Green, se puso en contacto con el medio de espectáculos TMZ para desmentir las afirmaciones del político y defender a la actriz, asegurando que «es totalmente falso».
«Solo hay unas pocas personas en su mundo que realmente pueden verificar si esta historia es cierta y puedo decirles con absoluta certeza que no lo es. Esta persona que intenta afirmar que esto es verdad es un ejemplo perfecto de alguien con motivos egoístas que no se preocupa por afectar negativamente una relación padre-hijo», concluyó.
