Despedimos el año 2024, de retos, desafíos y conquistas. Lo vivimos con intensidad, esfuerzo y grandes satisfacciones, abrazando cada momento con el alma en la misión y los pies firmes en el camino.
Este año ha sido un tiempo de movilización constante, de cercanía profunda con nuestra gente y de importantes avances en nuestros sueños estratégicos, políticos y personales. Nos ha confirmado que la firmeza, el esfuerzo y la coherencia no solo construyen el presente, sino que forjan un futuro esperanzador.
Mi corazón rebosa de gratitud: a Dios por el regalo de la vida y la salud, a mi familia y amigos por su cercanía que nunca falta, y a mis compañeros de lucha por su lealtad inquebrantable y su compromiso que me inspira cada día.
Hoy celebramos no solo lo alcanzado, sino también la posibilidad de, juntos, soñar más alto. Miramos al 2025 con ojos de esperanza y determinación, confiando en que será un año de avances significativos y nuevas victorias. Un año para seguir trabajando, para seguir creyendo, para seguir transformando nuestras metas en realizaciones.
Que cada uno de nosotros sea chispa que encienda un sueño, eco que resuene en la historia, ejemplo que inspire a otros a caminar con fe y valentía. ¡Que el 2025 nos encuentre unidos, apasionados y determinados!
Con profundo agradecimiento y renovada esperanza, les deseo a todos un Feliz y Venturoso Año Nuevo.