El número 13 es una cifra con muchas connotaciones negativas en numerosas culturas, todas ellas unidas a la religión. Este 2021, Apple llega a esta numeración con su icónico iPhone, durante muchos meses se ha dudado de si la superstición se apoderará de las oficinas de Cupertino, pero las continuas filtraciones han resuelto la duda y habrá iPhone 13.
La gallina de los huevos de oro de Apple sigue dando sus frutos y se pasa del 12 al 13 sin el paso intermedio del «S», una fórmula que, de momento, queda guardada en el cajón. El nuevo smartphone llegará al mercado en cuatro modelos diferentes, similar estrategia que con su predecesor, y en plena tormenta perfecta por la ausencia de chips, que estrangulan a la industria del automóvil y hace temblar a la tecnológica.
El pasado año, Apple llegó al evento post-veraniego, típico para presentar sus dispositivos móviles, con grandes novedades. El 5G fue la estrella, una nueva tecnología, ya disponible en el mercado por todos sus rivales, que repitió Tim Cook, CEO de Apple, en numerosas ocasiones durante la presentación de sus nuevos productos.
A este cambio, se le sumó el cambio de las pantallas. Las LCD de los iPhone 11 y anteriores dieron paso a las OLED en todos los dispositivos nuevos. Una apuesta que mejora la calidad de la imagen de estas, ya que el brillo en estas últimas se controla píxel por píxel.
¿Novedades?
Tras el salto del 11 al 12, Apple, de momento, parece tomarse un respiro en los grandes cambios y sólo habrá novedades en cuanto a diseño. Los nuevos iPhone 13 (a secas), mini, Pro y Pro Max llegarán con nuevos colores, los rumores apuntan a uno rosa, un notch, la famosa muesca negra de la pantalla frontal, más pequeño y sí podría llegar un importante aumento de la capacidad mínima y máxima de los nuevos iPhone.
Ming-Chi Kuo, uno de los analistas más certeros en cuanto a rumores relacionados con el gigante de Cupertino, afirma que «habrá cambios en los almacenamientos». Los nuevos iPhone saldrán al mercado con un almacenamiento mínimo de 128GB y las versiones más caras, los Pro y Pro Max, podrían alcanzar el 1TB.
Además, se espera más calidad en la cámara, los siempre renovados procesadores, pantallas con hasta 120Hz.
Aunque, los focos se los llevarán los iPhone. Apple aprovecha esta Keynote para presentar sus nuevos Airpords y, también, sus Apple Watch renovados. En el caso de estos últimos, el equipo de Tim Cook lanzará el Series 7 donde sí se espera un gran rediseño del smartwatch de la firma estadounidense.
Junto a él, llega también un crecimiento considerable del reloj. El Apple Watch Series 7 pasaría a tener modelos de 41 y 45 milímetros, dejando atrás los 40 y 44 milímetros que hemos visto hasta el Apple Watch Series 6.
La pantalla, por su parte, llegaría a las 1,9 pulgadas y se habla de tecnología microLED como novedad. Llegaría, según los rumores, con mejoras en el registro de actividades como la natación y la medición de presión sanguínea como gran hito en su carrera por vigilar la salud de sus usuarios.
Tras los iPhones y los Apple Watch, los fans de Apple esperan unos nuevos Airpods, pero llegarían sin la versión ‘top’. Serían los Airpods 3, sin adjetivos y sin muchas novedades. No obstante, heredarían el diseño de los AirPods Pro.
La amenaza de los chips
El gigante estadounidense llega a finales de año con un superventas, ha batido récord de ventas, como es la familia del iPhone 12 aún en el mercado. Según datos de Counterpoint, las ventas de estos terminales alcanzaron los 100 millones de unidades vendidas dos meses antes que su predecesor el iPhone 11 e igualando el hito que marcó hace siete años el iPhone 6.
La falta de chips que deja a la industria del motor parada también se deja ver en el mundo tecnológico más puro. No hay falta de dispositivos, de momento, sin embargo, sus coletazos se dejan notar en el precio.
Los rumores relacionados con los nuevos iPhone apuntan a una probable subida de precios y es que, según informa Digitime, TSMC, uno de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo y proveedor de Apple, ha decidido subir la factura a sus clientes en plena tormenta perfecta.