Trump continúa defendiendo que es víctima de una caza de brujas. El expresidente de Estados Unidos, investigado por llevarse cientos de documentos clasificados tras su paso por la Casa Blanca, ha vuelto a afirmar en un mitin en Gerogia que sufre una persecución política. Trump sigue siendo el favorito para la nominación republicana para las elecciones de 2024.
«La ridícula e infundada acusación contra mí por parte del armificado Departamento de Injusticia de la administración Biden pasará a la historia como uno de los más horribles abusos de poder de la historia de nuestro país. Muchos lo han dicho, incluso demócratas. Esta despiadada persecución es una parodia de la justicia», afirmaba el exmandatario arropado por cientos de seguidores.
Según la Fiscalía, Donald Trump ordenó transportar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago, en Florida, decenas de cajas que contenían documentos clasificados que incluían información sobre secretos nucleares o planes de ataques a otros países.
Esos documentos no fueron almacenados de manera segura, sino que acabaron en diferentes rincones de la mansión de Trump, como un dormitorio, un salón de baile y un baño, según muestran fotos incluidas en el escrito de acusación.
Bajo la Ley de Registros Presidenciales de 1978, todos los documentos de un presidente son propiedad pública del Gobierno Estadounidense y no privada, por lo que Trump al dejar la Casa Blanca debería haber entregado los documentos clasificados a los Archivos Nacionales, encargados de su custodia.
Unos meses después de que Trump abandonara la Casa Blanca, los Archivos Nacionales descubrieron que no se les habían entregado todos los documentos clasificados de su Presidencia y, como el exmandatario no los devolvía, acabaron acudiendo al FBI, lo que resultó en la apertura de una investigación judicial.
En agosto de 2022, el FBI acabó registrando la mansión del expresidente para hacerse con las cajas de documentos clasificados que seguían en su custodia.
Pese a la intervención del FBI, según el escrito de acusación, Trump pudo haber puesto en peligro la seguridad de EE. UU. no solo porque los documentos no estaban almacenados de manera segura, sino porque además el expresidente se los enseñó a personas no autorizadas a verlos.
Específicamente, en 2021, Trump dio una entrevista a un autor que estaba escribiendo un libro y supuestamente le mostró un “plan de ataque” contra un país y, además, enseñó a un individuo vinculado a su campaña electoral un mapa relacionado con una operación militar.
Por estos hechos, el exmandatario está citado a declarar el martes en una corte federal de Miami.