ESPECTÁCULOSPUNTUAL

Jamie Lee Curtis gana un Óscar con daños colaterales evidentes

HOLLYWOOD, CA – Y Jamie Lee Curtis cantó victoria. El poderío de Todo en todas partes al mismo tiempo se hizo escuchar en la 95 ceremonia de los premios Óscar y a pocos minutos de que su compañero Ke Huy Quan emocionara al mundo con su merecida estatuilla a Mejor Actor Secundario, la actriz de 64 años se sumó a la celebración conquistando la misma categoría femenina. De esta manera, pone el broche de oro a una de las campañas más activas y carismáticas de la temporada de premios aunque su galardón y discurso no esté exento de daños colaterales.

Para empezar, se trata del primer Óscar de toda su carrera. Un premio que los pronósticos anticipaban desde que ganó el mismo reconocimiento en la ceremonia del Sindicato de Actores, y que bien podría confundirse con un homenaje a toda su carrera que a un premio por una película en particular. Al menos, es la sensación que su campaña transmitió con el apoyo constante de la industria en cada discurso o aparición mediática. Y si bien el premio es más que merecido después de servir como pilar fundamental para la poderosa interpretación de Michelle Yeoh, no podemos olvidar que la categoría de Mejor Actriz Secundaria tenía a otra favorita sonada justo cuando la desigualdad racial volvió a quedar en evidencia en los Óscar de este año.

Y ese podría ser el daño colateral más sonado de su victoria. Porque la otra favorita era Angela Bassett, la actriz afroamericana que estaba nominada por su dramática interpretación en Pantera Negra: Wakanda por siempre. Y su fracaso alberga una conversación importante que irrumpe en la fiesta de Jamie Lee Curtis. Solo hay que ver la cara de Bassett al saber que había perdido y las reacciones que está generado en redes sociales, para saber que aquí se puede cocer un debate paralelo.

Porque cuando se dio a conocer la nominación de Angela Bassett, enseguida hubo aplausos virales por todo el mundo. Era una nominación merecida que no solo englobaba un reconocimiento grupal a toda su trayectoria, sino que era su segunda oportunidad después de haberlo perdido en 1994 por Tina, la verdadera historia de Tina Turner. Además, era una representación esencial en la lucha por el reconocimiento igualitario en Hollywood después de que la Academia dejara fuera de las nominaciones a actuaciones más que merecedoras como las de Viola Davis en La mujer rey y Danielle Deadwyler en Till: Justicia para mi hijo (poderosísimas y dos actuaciones que todavía no entendemos cómo los académicos dejaron fuera). En otras palabras, la nominación y posible victoria de Bassett era primordial en esta deuda pendiente que la Academia no termina de subsanar con las actrices de color.

Y si bien Jamie Lee Curtis era merecedora de la nominación, su premio sobre la única actriz negra candidata este año pone sobra la mesa, una vez más, los ojos blancos de los actores académicos que eligen a los ganadores en esta categoría. Porque no solo olvidaron a Viola y Danielle cuando habían sido celebradas por la crítica y la conversación global en la categoría de Mejor Actriz, siendo candidatas fuertes de la temporada de premios, sino que ahora tampoco premian a Angela Bassett cuando su nombre sonaba tan o más fuerte que el de Jamie Lee Curtis hasta hace unas semanas.

Y es que por mucho que Jamie Lee Curtis ganara el SAG como antesala a los Óscar y en el circuito de premios se rumoreara su victoria, la verdad es que no deja de sorprendernos a todos. Y no porque no lo merezca, sino porque el trabajo de Angela Bassett dejó una huella indiscutible en la saga de Marvel y entre los millones de espectadores que de acercaron a los cines a ver la secuela de Black Panther. Su trabajo es un despliegue de intensidad abrumadora que provocó torbellinos emocionales en las salas, lo que evidentemente lleva a que más de uno no comprenda qué ha pasado.

Lo que ha pasado es que Todo en todas partes al mismo tiempo empezó a arrasar en la temporada de premios y los académicos tomaron nota. Que Jamie Lee Curtis hizo una campaña brutal apoyando a su película, con una presencia constante en medios, redes y ceremonias, elevando su rol como estrella de Hollywood a merced de su película. Y eso a Hollywood le encanta: leyenda, historia y representación máxima a favor del negocio.

Por otro lado, en su emotivo discurso Jamie Lee Curtis compartió su Óscar con todo su equipo, su familia y la audiencia que lleva viéndola en películas de género desde hace décadas. “Acabamos de ganar un Óscar” recitaba, repetía y celebraba tras cada agradecimiento. “A toda la gente que apoyó las películas de género que hice todos estos años, los miles y millones de personas: ¡acabamos de ganar un Óscar juntos!” gritó ante los aplausos y alaridos de todos los presentes.

Y a mi madre y mi padre, los dos fueron nominados al Óscar en diferentes categorías: acabo de ganar el Óscar” dijo emocionada en referencia a Tony Curtis y Janet Leigh. Su padre estuvo nominado en una ocasión a Mejor Actor por The defiant ones en 1959, y su madre a Mejor Actriz Secundaria en 1961 por Psicosis. Pero ninguno de los dos ganó, siendo Jamie la que rompe la mala racha familiar con su primera estatuilla a los 65 años.

Y si bien sus palabras y victoria podrían alimentar a aquellos que la critican por ser hija del nepotismo de Hollywood, su larga trayectoria debería de ser suficiente como para enterrar el debate en su caso

Fuente :
Valeria Martínez | Yahoo

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