A pesar de no ser un lugar 100 % turístico, en el que no existen hoteles de lujo, Bánica es un paraíso presto a ser descubierto por los amantes de ecoturismo.
MercadoSocial.com se trasladó a este hermoso pueblito, desconocido por muchos, amado por la personas que nacieron y crecieron en él, y, aunque juega a las escondidas dentro del mapa, su gente espera a los turistas con las manos abiertas.
Bánica está situado en la parte Suroeste del país, específicamente a 266 kilómetros de la Capital dominicana, pasando el pueblo de San Cristóbal, luego Baní, continuando la ruta hasta la ciudad de Azua, y en unos 50 minutos se llega al kilómetro 15, donde se dobla a la derecha por la carretera Sánchez, que les llevará a la ciudad de San Juan de la Maguana. Continuando el viaje se llega al cruce de Matayaya, donde se debe doblar a la derecha para tomar la carretera que conduce directamente al pueblo.
Parque central del pueblo
En medio de un maravilloso paisaje de territorios montañosos, el pueblo de Bánica transmite la belleza de lo sencillo y natural. Enclavada en la porción central de la frontera dominico-haitiana, este pueblo que da su nombre a una gran llanura o que tal vez lo recibió de ella, está situado en la orilla izquierda del río Artibonito, cuyas aguas cristalinas y su hermoso paisaje despiertan en cualquier ser humano una sensación de nunca querer salir de ese refrescante manantial… simplemente, es hermoso y agradable.
La sabana que rodea Bánica es muy bonita, pero pequeña, está rodeada de bosques, de árboles muy grandes.
Con temperaturas que regularmente sobrepasan los 30 grados, el río invita a quedarse el día completo.
Este pueblo se distingue por sus casitas, algunas de maderas y cobijadas de cana o zinc, además de otras edificaciones hermosas de personas que han progresado en el lugar. Su ambiente es provincial y sus admirables parajes naturales, en donde la flagrante vegetación, motivan al disfrute, la contemplación y el descubrimiento.
Otros de los lugares hermosos del pueblo, es el Parque, donde cada tarde los niños asisten a recrearse y por las noches este lugar se convierte en un atractivo para el disfrute de la música y actividades culturales y de entretenimiento realizadas por los lugareños.
Sus habitantes se caracterizan por ser amables, inteligentes y con deseos de superación, es tanto el amor que une al baniquero con su pueblo que algunos van a Santo Domingo a estudiar y cuando se realizan profesionalmente, regresan a su lugar de origen a desempeñar su labor profesional.
El platillo principal de Bánica es el chenchén con chivo y como postre el chacá que es un rico dulce hecho a base de maíz.
La economía de Bánica es variada, se cultiva arroz, habichuelas, maní, yuca, auyama, maíz y plátano, pero generalmente su mayor dinamismo económico lo genera su comercio con el vecino país de Haití, que queda justo cruzando el río Artibonito.
Como ha sido siempre la característica de estos pueblos de la línea fronteriza, de Haití los comerciantes traen ropa y diversos productos, mientras que los haitianos compran productos tales como arroz del denominado “greña”, que es una clase de arroz partido en minúsculos pedazos, además “pica pica” (sardinas) y arenque.
DETALLES.- Bánica es un pueblo que se caracteriza por sus creencias cristianas. Su santo patrono es San Francisco de Asís, y sus fiestas patronales se celebran el cuatro de octubre de cada año, fecha en la que asisten miles de personas para visitar el conocido “Cerro de San Francisco”.
En el ámbito de la tradición religiosa, la del municipio de Bánica es una de las más importantes de la República Dominicana: Antiguamente en un cerro con poco más de 600 metros de altura, que tiene una cueva de dimensiones considerables, se hizo un templo consagrado para venerar y rendir culto a San Francisco de Asís.
El culto a este santo, comienza con una procesión desde la iglesia de Bánica hasta el cerro de San Francisco, como se le llama al lugar, donde los procesionarios van realizando cánticos, llevando piedras en la cabeza, vestidos con sacos de chenchán -henequén- y trajes de marrón oscuro, al igual que el que llevaba San Francisco de Asís.
RUTA.- No se quede con la curiosidad, visite a Bánica. La parada de autobuses públicos para llegar a allí, está ubicada en la avenida Duarte, justo frente al Hiper Uno, con salidas a partir de las 5:30 de la mañana, con un costo de $400 pesos. Para descansar en el camino, este autobús hace una parada de 15 minutos en el “cruce de Ocoa”, parada donde puede disfrutar de la gastronomía criolla característica del sur del país. El viaje dura unas cinco horas aproximadamente, así que vístase con su espíritu aventurero.